En el emblemático Hotel La Fonda de Marbella, se llevó a cabo una intervención completa desde los primeros compases del proyecto. Nuestra labor se centró en coordinar estrechamente al equipo de interiorismo con las necesidades específicas de la propiedad, transmitiendo cada uno de esos requerimientos al proceso de fabricación para ejecutar un proyecto totalmente a medida. La propuesta estética gira en torno a la integración de elementos naturales, una paleta cromática viva y una clara apuesta por la elegancia y el confort, logrando espacios que invitan al descanso sin renunciar al diseño.
Uno de los principales desafíos a los que nos enfrentamos fue la singularidad de cada habitación: no existían dos estancias con las mismas dimensiones ni distribución. Esta circunstancia nos obligó a desarrollar soluciones de mobiliario totalmente personalizadas, ajustadas milimétricamente a las características de cada espacio. Desde los armarios hasta los cabeceros, pasando por el mobiliario auxiliar, cada pieza fue diseñada y fabricada a medida para adaptarse tanto a los requisitos técnicos como estéticos del conjunto.
Este nivel de personalización supuso una labor artesanal que no solo añadió valor al proyecto, sino que permitió aprovechar al máximo cada metro cuadrado disponible. El resultado es un equilibrio perfecto entre funcionalidad y diseño, donde cada habitación se convierte en una experiencia única para el huésped.
El trabajo conjunto entre nuestro equipo, la propiedad, los interioristas y la constructora fue clave para alcanzar el nivel de detalle y calidad buscado. Esta colaboración constante permitió ajustar el proyecto sobre la marcha, optimizando decisiones en tiempo real y garantizando la coherencia entre la visión inicial y el resultado final.
La elección de materiales nobles, los acabados cuidados y la atención a la iluminación dieron como resultado espacios armoniosos, cálidos y sofisticados. Todo el mobiliario, completamente a medida, refuerza esta sensación de exclusividad. El hotel, que ya contaba con un marcado carácter por su valor histórico, se transforma ahora en un espacio renovado y atemporal, donde cada rincón refleja una sensibilidad estética cuidada y una apuesta decidida por la excelencia en hospitalidad.
